LA
ÉTICA
Es una
ciencia práctica, por lo tanto, está hecha para ser encarnada en la
conducta humana. Lo normal de derecho pide su realización hasta
convertirse en lo normal de hecho. La obligatoriedad de esa presión
por parte de la razón, para que la voluntad escoja el valor
propuesto. La realización de la moral se puede estudiar bajo varios
aspectos. El principal es la serie de deberes que en concreto se
imponen a cada persona en relación con los demás hombres, consigo
misma, con Dios, con la sociedad, como profesional, etc. Pero antes
de estudiar los deberes del hombre debemos mencionar y describir las
propiedades de un acto honesto que forma parte de la conducta
humana.
La
ética, sin embargo, no prescribe ninguna norma o conducta ni manda o
sugiere directamente qué se debe hacer. Su cometido, aunque
pertenece al ámbito de la praxis, es mediato, no inmediato, y
consiste en aclarar qué es lo moral, cómo se fundamenta
racionalmente una moral y cómo se ha de aplicar esta posteriormente
a los distintos ámbitos de la vida social.
LA
MORAL
El
término Moral, etimológicamente, proviene de la palabra latina
"mores", que significa costumbres. En el habla corriente,
ética y moral se manejan de manera ambivalente, es decir, con igual
significado. Sin embargo, analizados los dos términos en un plano
intelectual, no significan lo mismo, pues mientras que La moral
tiende a ser particular, por la concreción de sus objetos, la ética
tiende a ser universal, por la abstracción de sus principios.
La
Moral tiene una significación más amplia que el vocablo de la
ética. Esta por encima de lo físico. Lo moral en tal caso, es todo
lo que se somete a todo valor. Inmoral se opone a todo valor. Hegel
ha distinguido dos Moralidades: “considero que la mera buena
voluntad subjetiva es insuficiente, es menester que la buena voluntad
no se pierda en si misma o si se quiere, no tenga simplemente la
conciencia de que aspira el bien”. Como el cumplimiento del deber
(subjetivo) es abstracto. Para que llegue a ser concreto es preciso
que se integre a la obediencia de la ley moral (objetivo) que se
manifiesta moralmente objetiva a través de las normas, leyes y
costumbres de la sociedad; para lograrlo es importante desde el punto
de vista moral y para la convivencia en el planeta, el que predominen
conductas del ser humano orientadas hacia tendencias más
convenientes para desarrollo de la vida individual y social. Dicha
tendencia se impone al individuo con carácter habitual y permanente,
para que vaya aprendiendo a calificar sus propias acciones,
constituyendo así el llamado sentido moral de los individuos. La
conducta del ser humano refleja la moral individual y la moral
individual es el fundamento de la moral social. Las acciones del ser
humano, instintivas o habituales, espontáneas o reflexivas, son los
elementos constitutivos de la conducta: este debe seguir las
inducciones del sentido moral.
La
ética es una reflexión sobre el hecho moral que busca las razones
que justifican que se utilice un sistema moral u otro e incluso que
se aconseje. Por lo tanto, se podría definir la ética como aquella
parte de la filosofía que ha de dar cuenta del fenómeno moral en
general, que trata de la moral y de las obligaciones que rigen el
comportamiento del ser humano en la sociedad. Aristóteles dio la
primera versión sistemática de la ética. Es el compromiso efectivo
del ser humano que lo debe llevar a su perfeccionamiento personal. Es
el compromiso que se adquiere con uno mismo de ser siempre más
persona. Se refiere a una decisión interna y libre que no representa
una simple aceptación de lo que otros piensan, dicen y hacen.
Cuando
los valores, reglas y deberes morales están sujetos a un análisis
ético, es particularmente importante su relación con los intereses
humanos básicos compartidos por la población, independientemente de
su entorno cultural. Los valores morales pueden cambiar y el
razonamiento moral se pregunta si las actividades legitimadas
tradicionalmente y en la práctica por la religión, el derecho o la
política merecen ser reconocidas. En efecto, la evolución de la
ética en el siglo pasado se ha caracterizado por la tendencia a
cambiar los valores y derrocar las convenciones morales que han
guiado las relaciones entre los sexos, entre los seres humanos y los
animales y entre los seres humanos y su entorno. Una tarea más
reciente de la ética consiste en ofrecer resistencia a esas
tendencias a la mundialización, la comercialización y el dominio de
la tecnología que erosionan la biodiversidad y aspectos valiosos de
la identidad cultural y que incluso podrían llegar a amenazar los
derechos humanos. Aunque estas tendencias se presentan a menudo como
neutrales en relación con los valores, conllevan hipótesis ocultas
que son posibles fuentes de desigualdad y abuso.
COMPARACIÓN ENTRE ÉTICA Y MORAL
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